2/24/18

¿JUGAMOS JUNTOS?


¡¡Y por fin llegó el día en el que las familias entraron a jugar con nosotros!!

El pasado lunes vinieron las primeras cinco mamás que pudieron acompañarnos a jugar en los rincones y así conocer de primera mano nuestras rutinas, materiales y hábitos.

Estábamos muy nerviosos, pero todo fue estupendamente, porque lo importante era pasarlo bien todos juntos.




Quiero dar las GRACIAS a las mamás que en esta ocasión han venido a clase a realizar esta actividad tan gratificante para todos, por su ilusión, su entrega y su paciencia. Se nos hizo el tiempo corto porque lo estábamos pasando todos muy muy bien. Se han convertido en unas autenticas "seños"




En cada uno de los rincones había planificada una actividad que ya habíamos planteado en el aula en gran grupo y que ahora, o las planteábamos igual en pequeños grupo o cambiábamos algún tipo de material para promover su creatividad y plantearlos un nuevo reto.

En el rincón número 1 se jugaba al “Burro”, un juego tradicional de cartas que consiste en ir tirando cartas mientras realizas un conteo simple. Si la carta que tú tiras coincide con el número que dices, los demás deben decir “burro” y entones te llevas todas las cartas que hay en la mesa. Jugábamos con diferentes barajas, una muy sencilla donde se veía el número junto a la cantidad, otra solo con cantidades y otra con diferentes representaciones de los números mezcladas (dedos, puntos y grafías).  Aquí la mamá de Eugenio se hizo toda una experta en este juego.





En el rincón número 2 se jugaba a encontrar la grafía de la representación de diferentes puntos, esta era una variación de otros juegos parecidos que habíamos hecho ya en el aula, pero esta vez era unir las dos mitades de huevos y además había que ordenarlos de forma ascendente o descendente según dijera la mamá.  Y lo mismo había que hacer con los helados con pepitas de chocolate y las tarrinas. Como las cartas del juego anterior, todo es material impreso, coloreado y plastificado por la Seño. Una vez ordenados, con el dado, echaban una partida a las “serpientes y escaleras” realizando un conteo hasta 30. 
La mamá de Alejandro estuvo controlandro que nadie se saltara el paso de contar bien para colocar cada cosa en su lugar correspondiente.









En el rincón número 3 tenían cinco dados que tenían que ir tirando, contaban todos los puntos juntos, con lo que también veíamos qué estrategias usaban para realizar pequeñas sumas (si juntaban 5+5 y empiezan a contar desde 10, por ejemplo). Después de saber el número resultante tenían que coger con las super-pinzas tantos pompones como el número resultante y colocarlos en las cubiteras. La mamá de Diego ese día contó y contó, creo que como hace mucho tiempo ;)









El rincón número 4 era el destinado para el anterior o posterior. Tras colocar, decidiendo si el número que nos ha tocado lo ponemos “delante” o “detrás” ya que cada número tiene dos posiciones diferentes, y comprobar lo que ponen los compañeros; llegó una actividad nueva y muy creativa. Teníamos las tarjetas que hemos utilizado otras veces para descomponer y realizar sumas y/o restas, pero esta vez les dejamos los policubos para hacerlo y que ellos decidieran qué hacer con el número que faltaba en la tarjeta. Así salieron “construcciones” muy ingeniosas gracias a las diferentes posibilidades de los policubos. La mamá de Claudia colaboró con ellos para que la creatividad fluyera en cada grupo.







Y en el rincón número 5 hemos utilizado el material Numicon de Oxford de sus matemáticas manipulativas. Estas piezas son formas cuadradas-rectangulares y con tantos agujeros como número al que representan, los usamos casi todos los días cuando hacemos las fichas de su libro .
Teníamos dos dados, uno hasta el número tres y otro normal hasta el número seis. Los alumnos tenían que decidir si tiraban uno (sin saber cuál cogen) o los dos dados (hacer la suma) y colocar la pieza del número resultante en el tablero. Gana quien ponga la última pieza que cierre el tablero. El truco del juego es la estrategia cuando ya hay varias piezas puestas, saber elegir el o los dados y también saber descomponer el numero resultante ya que puede que la pieza del número que nos haya salido no quepa en el tablero pero sus descomposiciones sí. La mamá de Carla se lo pasó casi tan bien como ellos haciendo así que disfrutaran todos.







Pronto volveremos a tener otra sesión porque la motivación de los chicos ha sido enorme y los resultados han sido estupendos. 

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